jueves, 24 de abril de 2008

DRAMATURGIA

Bien se trate de precisar dicha acepción en la autoría teatral, ya en la elaboración práctico artesanal para la sincronía rítmica, semántica, sintáctica o estilística y contemporizadora de un autor y la puesta escénica, ya bien se hable de la escritura del director, bien de la relación que se establece entre los diversos lenguajes que significan en el espectáculo, o bien que se trate del partner, fractal o hermenéutico, que establezca las similitudes entre cine, teatro y t.v.
Lo cierto es que el consumismo, la industria cultural, la globalización están planteando una dramaturgia: la teatralidad del espacio público, del aire libre, espacio abierto: Sanniones, planipedias, aquacadas, saltimbanquis, funambulistas, predistigitadores, mimo-actores, andróginias, misoginias, en fin: ioculatoris y maleficus domini.
Esta internacionalización, o abstracción de la palabra evita ante todo la singularidad, y permite igualitar, por el rasero y el trasero, nativo y extranjero. Sustituir, reducir o sublimar, habilidad corporal sobre interpretación; variedad sobre corpus; iconos sobre encrucijadas; seguridades sobre azar; artilugio sobre construcción; cultura sobre arte.
No tan nueva dramaturgia para ser exactos. Aceptando de antemano que toda vuelta, o regreso, es una circunvolición o devolución en espiral, según el espejo curvo de nuestros amores.
No tan nueva dramaturgia para ser exactos porque la industria cultural desde los años 60 fue solicitando en aras de la eficacia, la internacionalización, la universalidad del arte, la abolición de la palabra como impedimento formal y material para el logro de la comunicación.
No tan nueva dramaturgia, para ser exactos, porque los imperios ( desde los egipcios al contemporáneo) siempre se han comportado y urgido tal forma universalesca que les permita, ante todo, borrar las singularidades, o reducirlas a lo superfluo, al adorno barroco, para crear y fortalecer una sola, y única, identidad: la del propio imperio.
A no dudarlo, esta dramaturgia involucionará hasta desembocar y encontrarse en su protoescenario, hacia su cloaca originaria, hacia su público específico: el estadio, o el hipódromo que tanto precian los cariocas en sus carnavales y que tan grato fuera para Constantino.
Estadio urgido de remozar su espectáculo fálico, de ocupar el sitial que le pertenece por antonomasia.(Oh coincidencia) y que se desplaza (¡quién lo creyera!) en igual sentido, incubando, gestando los otros aprendices de actores gesticulantes, sus pares: el jugador, quien cada día va ensayando y depurando sus primeros pininos, coreográficos y gestuales, y el público que ya ha anticipado, extrañamente los elementos constitutivos, originarios y estructurales, de su catarsis orgiástica.
Teatralidad sin drama. Éxito pasajero, porque la acción en si misma, ya como movimiento o como imagen, es flor de un día, necesitada ya, no de la elaboración sino de la suplantación por lo novedoso, que por malo que sea no deja de ser sorprendente y renovador ante la retina del espectador, pasajero, igualmente, hebrio y urgido de emoción sin sentimiento, de paroxismo sin éxtasis, de grandielocuencia sin sapiencia, serializaciones sin individuos: la masa, la caja de resonancia imperial.
Es dable preguntarse porque también así ha acontecido a lo largo de la historia humana qué otras dramaturgias catecúmenas o insulares surgen y se oponen al delirio del poder y su concupiscencia. Y cómo? Y por qué? Y para qué? Y en dónde? Y en qué se diferencian? Y para qué se diferencian?
Tal vez en ese caso podríamos hablar de dramaturgias: de la existencia de esa polarización, y de las alternancias contra la homogeneización imperial.
La retórica actual mas bien parece el ghetto que idolatriza el paraíso perdido.

de Phanor Terán
Colombia (dramaturgo, ensayista, investigador)

1 comentario:

David dijo...

Siempre el arte me conmueve y por eso vale la pena disfrutar de ello cuando tenemos la oportunidad. Soy de ir mucho al cine y al teatro a ver distintos espectáculos y cuando estoy en mi casa trato de enganchar en mi tv led una buena película.